Las mujeres de negocios filipinas: De la tienda sari-sari a la empresa multi-familiar

Las mujeres que he conocido recibieron un préstamo de Negros Women for Tomorrow Foundation Inc. (NWTF) para poner en marcha un negocio. 

Teresa Tomaro (43) vive a veinte kilómetros de Bacolod, en Dulao, uno de los barangays (“pueblo” en el idioma Hiligaynon) de Bago City. Teresa es miembro de un grupo Dungganon del Centro 176 de NWTF.

El Proyecto Dungganon de NWTF tiene el objetivo de empoderar económicamente a las mujeres ofreciéndoles formación, préstamos grupales sin necesidad de garantías, y apoyo para desarrollar sus habilidades empresariales y su espíritu emprendedor. Las mujeres Dungganon aprenden a dar su opinión y a expresarse a través del canto y el baile.

Hace quince años que Teresa recibió su primer préstamo de 3.000 PHP (alrededor de 56 €) de NWTF para poner una tienda de conveniencia sari-sari (“mezcla-mezcla”). Sus primeros beneficios los dedicó a cimentar su cocina, NWTF le ofreció formación para mejorar su empresa y sus conocimientos financieros. Desde entonces, la tienda de Teresa ha crecido y ella ha hecho mejoras en su casa. “Nosotros también hemos mejorado nuestra alimentación. Antes, sólo comíamos pescado seco y arroz”.
Su actual préstamo (300.000 PHP) lo ha utilizado para comprar una camioneta de segunda mano que su marido Tirso (socio de una cooperativa productora de azúcar de caña) utilizará para ofrecer servicios de transporte a los productores de caña de azúcar.

Teresa está orgullosa de que su empresa salga adelante y de haber contribuido a la educación de sus hijos y al bienestar de su familia. Su hijo mayor pronto se graduará en Tecnologías de la Información y sus otros dos hijos están yendo al Instituto. Ella también pudo comprar un pequeño terreno donde justamente ahora se encuentra el Centro 176. El Centro acoge 65 mujeres de 13 grupos de crédito que se encuentran una vez al mes para devolver sus préstamos y compartir sus experiencias de las últimas semanas. Para estas mujeres, los encuentros representan un momento para ellas mismas y para reunirse con sus amigas.
“Hoy, incluso puedo llevar a mi familia al restaurante local. A mis hijos les gusta el pollo y las patatas fritas. Yo prefiero los espaguetis con salsa de tomate y hot dog”, dice Teresa riendo.
El apoderamiento de las mujeres se puede expresar de diferentes formas. Teresa se empoderó económicamente, cosa que le permitió desarrollarse y crecer tanto a nivel personal como a nivel profesional. Esto también le dio más autoestima, independencia, y resiliencia. Ella es una mujer muy respetada en su comunidad y sirve de inspiración a otras mujeres.
El consejo de Teresa para otras mujeres emprendedoras: “Sed pacientes con vuestros clientes y clientas. Y utilizad vuestro préstamo con conciencia; este tiene que ir a vuestra empresa”.

El apoderamiento de la mujer ⁽¹⁾ es fundamental para lograr un desarrollo sostenible. Las mujeres se preocupan más por la supervivencia y el bienestar de sus familias, así como por la mejora de su entorno. Sus familias y comunidades las respetan porque son emprendedoras, contribuyen a los ingresos domésticos, y tienen acceso a financiación.
Estar apoderada es vivir “Dungganon”.

(1) “El apoderamiento económico es la capacidad de hombres Y mujeres de participar en, contribuir a, y beneficiarse de procesos de crecimiento de forma que se reconozca el valor de sus contribuciones, se respete su dignidad y se haga posible negociar una distribución más justa de los beneficios derivados del crecimiento.” Origen: http://www.oecd.org/dac/gender-development/womenseconomicempowerment.htm (consultado el 21 de febrero de 2017 15:46)

Blanca Méndez trabaja en Oikocredit Internacional desde el año 2007. Como coordinadora de comunicaciones corporativas, actualmente gestiona la unidad global de marketing y comunicación.