Basilia Solano Paco, una ferretera en Bolivia.

Bolivia ha experimentado un progresivo crecimiento del emprendimiento femenino, alcanzando en 2023 un destacado 36%. Entre las mujeres que protagonizan este movimiento emprendedor, se encuentra Basilia, una visionaria que ha desafiado las adversidades para establecer su propio negocio. Su historia ejemplifica la contribución de las mujeres emprendedoras al desarrollo económico y social del país.

Una profesora con inquietudes profesionales

Basilia es profesora, pero tener una niña pequeña en un pueblo aislado de Bolivia no es fácil, por ello que tuvo que buscarse la vida al quedar embarazada y contemplar otras posibilidades profesionales. Para ella, la maternidad no fue un obstáculo, sino la oportunidad de emprender un nuevo camino en su vida.

Es así, como la idea de convertirse en empresaria comenzó a rondar por su cabeza y se materializó en la apertura de una ferretería, negocio que no le resultaba del todo desconocido, al haber ayudado a su tía en una ferretería de su propiedad.

Como en todos los inicios, Basilia empezó sola, con una pequeña tienda que alquiló. Poco a poco el negocio fue creciendo y Basilia pudo contratar personal para repartir los productos ya que, sin el servicio a domicilio, el negocio tenía pocas posibilidades de desarrollo. Asegurándose de tener existencias de todo tipo de productos, ha hecho crecer su negocio y ahora mismo cuenta con una amplia cartera de clientes.

Préstamos y formación a través de Oikocredit

Basilia conoció Idepro, socio de Oikocredit desde 1998, a través de un amigo. “Me concedieron un préstamo sin aval de 10.000 dólares por un periodo de tres años con el cual pude incrementar mis existencias y me ayudó al crecimiento de mi negocio” explica Basilia. Idepro es una institución microfinanciera que, no solo ofrece préstamos, sino que además incluye asesoramiento sobre los negocios.

La hija de Basilia ha cumplido 10 años y es feliz en la ferretería junto a su madre. Todo gracias a la determinación de esta mujer emprendedora y a la ayuda recibida de Idepro y Oikocredit cuando la necesitaba. ¡Bien por ellas!